CASA (NADA)


Videoperformance

Nombre femenino
Construcción cubierta destinada a ser habitada.
“atravesamos un poblado de casas excavadas en la tierra”

“Casa” fue una video-performance realizada por la artista en las habitaciones y dependencias de su antigua habitación en el contexto del encierro forzado consecuencia de la pandemia. El acceso público a esta producción solo fue posible a través de redes sociales.

La obra, cuyo formato se acerca al cine y el video experimental, marca en palabras de la artista, el término, pero también el comienzo de varios procesos personales. Camila deambula por las calles vistiendo una larga bata blanca, un camisón trenzas y una máscara que uniforma sus rasgos, confiriéndole una identidad cercana a lo alienígena. Un cuerpo no identificado se entremezcla en las plantas, la atrae y la abduce a un espacio que se podría leer como un escondite o, quizá más significativamente, un purgatorio. La actitud parsimoniosa e inquietantemente contemplativa que adopta la figura carga el espacio de una confusa sensación de vivir en un loop.

En contraste a obras anteriores, donde Camila significa cada espacio con formas, colores y narrativas paralelas, CASA es la creación de un vacío misterioso y auto-contenido donde la arquitectura se integra al flujo del cuerpo y viceversa. Vista desde la perspectiva del hoy CASA, representa un documento del cambio en el registro de nuestra percepción de la realidad. El confinamiento doméstico, significó escrutar nuestros propios espacios de acción, generando una relación nueva con nosotros mismos. La soledad y el encierro nos obligó a abrir otros portales de sentido, la artista documenta el encuentro con su propia oscuridad y el único método de sobrevivencia a nuestros propios pensamientos y subjetividades. CASA es un registro en loop en tiempo real, producido en el peak de la muerte de nuestra cotidianeidad.

Idea /arte/dirección general: Camila Garretón
Ser oscuro: Michelle Villarroel (Sailor Queer)
Pelo: Pablo Vidal
Registro video, montaje y contenido digital: Hugo Merino
Texto: Francisco Calbacho

Junio 2020, Santiago, Chile.

CASA (NADA)

Nombre femenino

Construcción cubierta destinada a ser habitada.

“atravesamos un poblado de casas excavadas en la tierra”

“Escarbando en las penumbras del confinamiento encontramos a MAYGARA,quién lleva exactamente 63 días al interior de su CASA. El inminente deceso de la vida cotidiana ocasionado por la pandemia suprimió las distracciones que le permitían evadir sus tormentos, y la CASA se convirtió en el encuentro inevitable con su propia oscuridad.

CASA es presentado en 3 actos: Nada, Como Ratas y Árbol. Nada es lo que está contenido por la CASA. Una CASA es un recinto, un lugar. Los muros cuenta de la existencia de algo. Sin embargo, ese algo llamado casa envuelve un montón de vacío en su interior, un montón de Nada. Algo y Nada convergen en la casa, de la misma forma que convergen en nosotres. Somos cuerpx, materia tangible, pero habitamos el vacío. Hacemos lo imposible por llenar el vacío; más siempre se vuelve a la Nada.

Así, cuerpx humano y cuerpx arquitectónico se vuelven uno solo. El muro es tu cara, y el interior vacío, ese montón de nada. O tal vez el único lugar donde puedes guardar la mierda que tienes prohibida exhibir. Ocultamos para encajar, nos censuramos para complacer, de cualquier forma, dejamos todo lo no deseado detrás de la fachada.

Pero la fachada, por muy estucada que esté, nunca es perfecta. Tiene fisuras, y otros desperfectos que delatan su deterioro. Ingresan por aquí las ratas, y se instalan sigilosamente entre la caca acumulada, alimentándose de todo lo que no podemos –o queremos- limpiar. Pero la rata también es víctima, la rata también se debe ocultar. La rata es perseguida, maltratada, envenenada, asesinada. Es quizás nuestra aversión hacia las ratas un espejismo de nuestra propia realidad reflejada en la suya. Como Ratas, mugrientas, transgénicas, modificadas e intervenidas, encerradas en nuestras jaulas llamadas casas.

El tiempo se detiene en el confinamiento. Los minutos se vuelven horas, días, semanas, y nada parece cambiar. Deambulamos Como Ratas por la nada asomándonos por las grietas de nuestras fachadas una y otra vez. El reloj da vueltas, repitiendo es huso horario de un patrón temporal que marca las doce y la una como un mantra sin final.
Pero el tiempo si avanza, y la cuerpa se deteriora. Aparece el moho, la maleza, y la única evidencia de cambio es el ÁRBOL, cuyas hojas marchitas anticipan el invierno. Cuyo brote anuncia vida nueva. Las lianas y las plantas emergen de la tierra anunciando el paso del tiempo. Las raíces rompen cimientos, la enredaderas cubren los muros. El reino vegetal emerge como la última expresión de la nada. La CASA se convierte en una ruina, corroída por el tiempo, deteriorada por la soledad, fracturada por raíces que se aburrieron de esperar.

 CASA es el testimonio psíquico de un humano en cuarentena, en Santiago de Chile, el año 2020.

TEXTO POR Francisco Calbacho.

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